martes, 21 de julio de 2009

jueves, 16 de julio de 2009

Taller de literatura

Instrucciones para acceder a Julio Cortázar

Eje temático: Lo lúdico en la literatura de Julio Cortázar, el gran cronópio de la literatura argentina.
Obras del autor aconsejadas para observar lo lúdico como matriz constructiva:
- Historia de cronopios y de famas
- La vuelta al día en ochenta mundos
- Último round
- El libro de Manuel
- 62 modelo para armar

Cortázar de Tristan Bahuer.

Proponemos la visión de ésta película documental sobre Julio Cortázar de la cual anticipamos un fragmento.

Actividad a realizar sobre el siguietne texto

La propuesta es presentarle al alumno un texto lúdico en el que pueda jugar con el lenguaje. Darle un texto en apariencia incoherente para que él descubra en comparación que no lo es.
La consigna que proponemos es la reescritura del texto, incluyendo el título, sin usar los neologísmos pero conservando la coherencia y cohexión que ya tiene el mismo, así como el uso de verbos y adjetivos y la concordancia entre sujeto y predicado.

La inmiscusión terrupta

Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.

- ¡Asquerosa! - brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivolarle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y por un momento horadra el raire con sus abroncojantes bocinomias. Por segunda vez se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, peron adie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de esas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgándose de ida y de vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las gladiofantas.

- ¡Payahás, payahás! - crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos miercolanas que para qué.

- ¿Te das cuenta? —sinterruge la señora Fifa.
- ¡El muy cornaputo! —vociflama la Tota.

Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofifas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas.

Julio Cortázar.